Ignacio Mendaro Corsini (1946) termina la carrera en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en el 74. Desde el principio busca la independencia en un pequeño estudio donde inicia el largo camino hacia la Arquitectura colaborando con grandes arquitectos como es el caso de su “Maestro” Julio Cano Lasso con el que comparte experiencias y proyectos durante casi una década. Etapa fructífera en lo profesional y lo personal..” Durante 18 años es profesor de proyectos de la escuela de Madrid donde aprende a ser Maestro de Arquitectos. En esta etapa profesional comprueba lo difícil que es acercar la Arquitectura al Cliente, entusiasmándole y haciéndole “cómplice” del proyecto de arquitectura que desea alejarse de gustos y modas estériles. Aproximar al Cliente las enseñanzas de la Escuela, conseguir ilusionarle con deas y apasionarle con hechos es un ejercicio que todo Arquitecto debe de realizar por agotador que en algunos momentos pueda ser. La sociedad necesita Arquitectos apasionados capaces de liderar las ideas y generar pasiones con sus obras. …”En el año 86 gana el Concurso de Ideas para el Templo de San Marcos en Toledo, obra emblemática en su carrera con múltiples publicaciones y galardones que hoy en día es un referente de ARQUITECTURA con mayúsculas capaz de evocar sentimientos y pasiones y responder adecuadamente al fin social para el que se destinó. En esta etapa prolífica, e desarrollaron otros grandes proyectos como son el Palacio de Congresos de Tarragona, El Hospital Veterinario de Cáceres, la Estación de Autobuses de Talavera de la Reina…” En el año 96 se replantea su actividad como Arquitecto coincidiendo con la puesta en marcha de obras relevantes. En el 98 deja la Escuela de Arquitectura y apuesta fuerte por los Concursos de Arquitectura con ayuda de grandes jóvenes arquitectos que colaboran con entusiasmo y pasión por la Arquitectura con los que consigue los suficientes premios como para mantener, durante años, la tensión de trabajo necesaria para hacer buena Arquitectura. En el 2004 vuelve a la docencia ocupándose del departamentos de proyectos de la Escuela de Ingeniería de Cagliari en Cerdeña hasta el 2006. Prácticamente toda su actividad laboral se nutre del mundo de los concursos, y se puede entender el mérito que supone trabajar durante 36 años ofreciendo y a veces consiguiendo lo verdaderamente importante en el quehacer de nuestra profesión que es...HACER ARQUITECTURA. Este largo proceso sería impensable sin la participación de muchos jóvenes arquitectos colaboradores, siempre brillantes , que en su momento buscaron su camino, pero que constituyen un activo muy presente.